La pesca de la sepia y el calamar mediante señuelos artificiales poteras de colores denominados jibioneras, jibidebones o pajariots es muy practicado por los pescadores mar de toda España en invierno ya sea pescando desde embarcación como de orilla. Funciona muy bien para pescar chocos y calamares en barco y costa un montaje de bajo de linea, volantín o chambel de 120 cm. en nylon 0.30 mm. donde insertaremos un snap en punta que anclará un pequeño plomo tipo pera o rotativo en la parte inferior del bajo. Se situan dos pajaritos a 60 y 100 cm. del plomo separados mediante un brazal de 8 cm. de hilo de 0.24 mm y A pescar.
Pescando en barco no hay más que depositar el aparejo o chambel en el fondo en una zona que sepamos de la presencia de bancos de sepia y calamar y dejar que la deriva nos vaya llevando. Si no hay picadas conviene cambiar rápido de zona de pesca. Pescar desde orilla supone aplicar la técnica del lanzado o spinning: lanzar unos 20 metros tras la distancia en la que supongamos que se encuentran jibias o chocos y calamares.
Las sepias las pescaremos a muy poco fondo, generalmente tras los rompeolas y zonas de fondos sedimentosos mientras que el calamar de día hay que pescarlo entre los 12 y 15 metros, en horas crepusculares se acercan a aguas más someras sobre los 4 ó 5 metros. La picada es distinta a la de un pez, se nota un aumento de peso y unos sutiles tirones que presionan el puntero de la caña.
El pescador debe tener sumo cuidado en la recogida de las piezas pues es frecuente que si tensamos demasiado o forzamos la recogida con bruscos tirones la sepia o el calamar se deshará de la potera y sólo dejará algún tentáculo en los anzuelos de la potera o del pajarito. Truco: para evitar los chorros de tinta deberemos mantener la jibia o el calamar capturado dentro de la sacadera y sacarlo e introducirlo dentro del agua varias veces de manera y forma que vaya expulsando la tinta antes de conservarlo dentro de un cubo con tapa.