Esta vez tocaba cambio de aires y de escenario de pesca a mosca. Pequeño madrugón, ya que en este tiempo de verano, a las horas centrales del día con el sol en su cénit, se hace casi impracticable el estar pescando a mosca. El pescador tiene que saber aprovechar madrugadas y atardeceres. Una jornada de pesca fantástica en la que muchos peces dieron la cara. Truchas bellísimas, pequeñas pero peleonas como la de la imagen. Nos gustan éstas, nuestras pequeñas niñas de ríos de Alta Montaña! Entraron bien a las moscas secas con bastante buen resultado. Y es que a veces, no importa el tamaño, para apreciar la belleza de estos peces…
